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SALUD Y AUTOESTIMA

La salud física y la salud mental están estrechamente relacionadas, pues nuestro estado mental afecta a nuestro cuerpo e, igualmente, si estamos experimentando problemas físicos, es muy probable que nuestro estado de ánimo se vea afectado. En este sentido, nuestra autoestima, es decir, el aprecio y aprecio que tenemos por nosotros mismos, influirá en ambos aspectos de nuestra salud.

Una buena autoestima influye en la postura corporal, ya que la persona tenderá a sentirse segura y a mantener su cuerpo más erguido, así como en la inmunidad, ya que un desequilibrio emocional suele reducir la eficiencia del sistema inmunológico. Este segundo punto trae ciertos riesgos para la salud, desde la posibilidad de desarrollar enfermedades respiratorias y gastrointestinales, hasta otras más graves, como infartos y accidentes cerebrovasculares (ACV).

La baja autoestima también reduce la motivación y la disposición, lo que dificulta la práctica regular de ejercicio físico y buenos hábitos alimentarios, actividades que son pilares para mantener la salud. Cuando se trata de salud mental, la baja autoestima puede contribuir a trastornos de ansiedad y depresión, así como a altos niveles de estrés.

Cuando hablamos de cuidar la autoestima, mucho se relaciona con la vanidad, el cuidado estético, la valoración del físico y la apariencia, sin embargo nuestra autoestima va mucho más allá de este aspecto. El psicólogo Walter Riso, en su libro “Ámate a ti mismo” habla de los 4 pilares de la autoestima, son:

  • Autoconcepto: este aspecto te indica cómo te tratas a ti mismo, cuánto te exiges (si te marcas metas inalcanzables y te culpas por no cumplirlas), la forma en que analizas tu propio comportamiento (la autocrítica nos ayuda a corregir errores, pero no debe servir como castigo) y la forma en que se define (aquí es fundamental saber diferenciar “yo soy” de “me comporté como”, por ejemplo, al cometer un error pensar “soy un idiota”). ” en lugar de “Me comporto como si me hubiera equivocado en esto o aquello”).

  • Autoimagen: como su nombre lo dice, se trata de la opinión que tienes sobre tu propia imagen. Este es el aspecto más conocido de la autoestima, sin embargo el autor destaca que la idea de belleza no debe ser un valor en sí mismo, principalmente porque los conceptos de belleza cambian con el tiempo y en las diferentes culturas. Otras características también configuran nuestra autoimagen, como la amabilidad, la inteligencia, la educación, el cariño y el sentido del humor. Es necesario aprender a valorar las propias cualidades, porque “la belleza es una actitud, si te sientes bella, eso se lo transmitirás a los demás”.

  • Autorrefuerzo: es la forma de premiarte por tu propio comportamiento, expresar cariño hacia ti mismo, dedicar tiempo a hacer lo que te gusta sin sentirte culpable. Nuestra sociedad exige producción todo el tiempo, pero sentarse y disfrutar de la naturaleza no debe considerarse una pérdida de tiempo, es necesario valorar la vida sin racionalizar tanto. También se nos anima a tener autocontrol sobre nuestros placeres, y esto es importante para conseguir determinados objetivos (ejemplo: hacer una dieta, dejar de fumar, ser menos agresivo), pero no debe ser una forma de vida. El autor afirma que “caminar con el freno de mano puesto las 24 horas del día conducirá a una vida apática”.

  • Autoeficacia: es la confianza que tenemos en nosotros mismos. La falta de confianza en uno mismo y en las propias capacidades y habilidades tiende a llevarnos al fracaso y el pensamiento de “no lo conseguiré” tiende a impedirnos intentarlo. Así como exigirse demasiado es negativo, no exigirse nada aumenta nuestra inseguridad y nuestro comportamiento vacilante, la falta de ambición impide nuestro crecimiento. Este comportamiento nos lleva a conformarnos con nuestro propio sufrimiento, impidiendo la acción que conducirá a los cambios necesarios.

Todos estos aspectos de la autoestima están interconectados y tienen un impacto significativo en nuestra salud física y mental, por lo que, a partir de los conocimientos adquiridos, reflexiona: ¿cómo te has estado tratando? ¿Crees que tu salud se está viendo perjudicada por problemas de autoestima? Nuestro bienestar depende de que nuestro cuerpo funcione bien físicamente, sin enfermedades, esté activo y bien nutrido, es por ello que debemos cuidar nuestra alimentación y practicar actividad física con regularidad. Para que esto suceda necesitamos sentirnos motivados y bien en nuestra propia empresa. Si lo necesitas busca ayuda para que tus hábitos de vida sean más saludables y cuídate.


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